30/7/08

Pensamientos que destrozan

-Mama abrio la puerta, me invito a pasar y me sente.
Me daba asco ver a todos, nunca soporte a nadie de mi familia.
Mama...con un poco de tintura en el pelo se veria mucho mejor. Su piel, que algun dia fue joven y bella, era...bueno..vieja y fea. Aquellos ojos que destrozaban corazones ya estaban cansados de ver, y eso me desagradaba. Su ropa...bueno, es la ropa de cualquier anciana, no voy a criticar eso.
Mas a la izquierda estaba mi hermana Berta. Berta tuvo tres esposos, y eso la ha desgastado. Siempre la veia malhumorada y enojada, en especial conmigo, aunque con mama tambien se enojaba.
Mi otro hermano, Alberto, era el hermano mayor, y sin embargo, el mas saludable. Salia a correr todas las mañanas, comia sano y todas esas cosas. Un hombre muy engreido y egoista. Padre de tres hijos y dueño de una bella esposa. ¡Que buena que esta su esposa! Me gustaria escaparme con ella hacia el infinito del mundo. Me imagino al pobre y sucio Alberto llorando en su apartamento, eso seria tan bueno.
Si, uno se cansa de las familias. Pensar que estuve 35 años, si, ¡35!, escuchando sus quejas, sus angustias, sus inquietudes. No se porque vine aqui hoy siquiera.
Pero...¿que es esto? De golpe todos dejaron de charlar y de ponerse al dia y...me miran a mi.-
-¡Julio!- Dijo Berta, indignada y con cara de asombro. A su madre se le callo la pava con la cual servia cordialmente tasas de te.
-Ahora...¿porque dije todos mis pensamientos en voz alta?- Julio era el mas asombrado. Pronto, agarro su saco y se retiro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me parece bien que tengas tu espacio en la internet
esta muy bueno, y hasta es un tanto psicopata, me gusta, me gusta
que andes bien,
coheeen